En la cara oeste del gran bolo que sustenta la caperuza podemos ver grietas poligonales, lo que indica que esta formación tiene una composición de granito que varía de una zona a otra dentro de la misma roca lo que explica los distintos grados de meteorización y que han dado como resultado una forma tan curiosa.
En las piedras que acompañan y custodian la Caperuza podemos ver claros ejemplos de pilancones y tafonis lo que refuerza la teoría de que esta zona y estos materiales han estado expuestos a condiciones de alta meteorización.
Doblemente caballera
Desde lejos y dependiendo del punto de visión, este sombrero pétreo da la sensación de ser una única roca, con una base esférica prolongada en una caperuza que le da todo el carácter al conjunto.Sin embargo al acercarnos descubrimos que la pequeña caperuza es una roca independiente del bolo, estando por tanto cabalgando sobre este. La separación de ambas rocas es como una costura tan perfecta que desde lejos parecen un solo bloque.
A su vez el gran bolo esférico está suspendido sobre otro gran bloque de granito por lo que decimos que nuestra famosa Caperuza es una piedra doblemente caballera.