Berrocal de Zarzuela del Monte

La Sierra Occidental

Esta parte de la sierra se caracteriza por la ausencia de importantes pendientes, nos encontramos con un perfil suave pero que va ganando progresivamente altura hasta culminar en pequeños promontorios, a menudo coronados por grandes bloques de granito llamados montes-isla o cerros testigo, conocidos en la zona como "berrocotos".

Entre estos oteros graníticos se van desarrollando amplias vaguadas a partir del material meteorizado de las grandes rocas llamado regolito o grus. Estas arenas desagregadas se van acumulando para dar lugar a suelos más evolucionados tapizados por prados húmedos que se conocen como navas donde se desarrollan pastos y arbustos, como consecuencia de ello es posible encontrar referencias en la toponimia local como Navas de San Antonio, Navacasera o Nava del Maeyo.

En estos parajes podremos disfrutar de grandes canchos en las divisorias de aguas que dependiendo de su magnitud y su orden serán berrocotos o torres de bloques (tor) y entre estos promontorios encontraremos amplias navas con prados verdes.

Los montes-isla o berrocotos son grandes acumulaciones de roca, incluso mayores que las torres y con una disposición más caótica ya que sus rupturas no son siempre ortogonales. Estos berrocotos eran utilizados en otra época por los ganaderos y guardas de la zona como atalayas desde las que cuidaban el ganado ya que su posición privilegiada permitía una inmejorable visión de la sierra.
Destacan el Berrocoto de Navas (1216 m.) y el Berrocoto de Zarzuela (1178 m.) ambos unidos por una vía pecuaria conocida como Cordel de Marugán o Cordel de Berrocotos.

Pero en esta zona de la sierra al igual que en la oriental también abundan los bloques, los bolos y otras formas mayores y menores: lanchares, canchos, piedras caballeras, pilancones, etc.
Sin embargo en esta zona, a diferencia de la oriental no encontraremos arroyos o regueros importantes, ni tampoco elevaciones considerables. Más al oeste si nos encontramos el arroyo de la Piezga pero ya bastante alejado y perteneciente a la unidad de Villacastín. En el cauce del arroyo de la Piezga, también conocido como el Río Chico, podemos disfrutar de bellísimos conjuntos de granitos en el paraje del Puente de Santa Cecilia al oeste del Coto de San Isidro.

Por lo tanto, al no existir valles por los que discurren arroyos no están representados determinados tipos de formas mayores como son las laderas graníticas ni formas menores como pilancones fluviales; que si encontramos en la Sierra Oriental. Sin embargo, no por ello vamos a tener una menor riqueza de elementos, ya que en concreto en el paraje conocido como Piedra de La Caperuza, que toma su nombre de la roca homónima nos vamos a encontrar la mayor variedad y cantidad de rocas míticas como Los Siete Rosarios, el Cancho "Te esnuques", La Ventana, La Cocinilla, además de la ya mencionada Caperuza y otras de nuevo cuño como la Tortuga y el Humanoide, todas ellas reunidas en apenas una hectárea de terreno.

En la Sierra Occidental podemos disfrutar de dos rutas, la primera comienza desde la misma Urbanización las Jarillas por un camino de servicio ganadero que nos llevará hasta la piedra de El Carnero, el Cancho del Asperón y La Ballena.

La segunda y más importante transcurre por el cordel de Marugán o Cordel de Berrocotos y según caminamos por esta vía pecuaria podremos ir visitando las rocas a ambos lados del camino para finalmente cuando lleguemos al cruce de caminos, una vez superado el Berrocoto de Zarzuela torcer a la derecha hacia la zona de la Caperuza para después volver sobre nuestros pasos y dirigirnos al punto más alto de la sierra que es el Berrocoto de Navas.

En la Sierra Occidental, los prados y las navas predominan sobre el encinar, aunque en algunas zonas hay una abundante presencia y frondosidad de encinas y chaparras. Sin embargo no se han desarrollado otro tipo de árboles como en los cauces de la sierra oriental, y tan solo rompe el monopolio arbóreo una campa de grandes chopos que han evolucionado gracias a la humedad acumulada en los prados cercanos a las rocas míticas antes mencionadas.
El berceo (Stipa gigantea) y numerosos tipos de cardo como el cardo setero o corredor (Eryngium campestre), y el abrepuños (Centaurea ornata) sobre todo proliferan por los prados junto al tomillo blanco(Thymus mastichina), el cantueso (Lavandula stoechas) y otras hierbas aromáticas de bajo porte.

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